El cepillado es la base de una buena higiene bucal, pero por sí solo no es suficiente para evitar la acumulación de bacterias, sobre todo en las zonas de difícil acceso. Por esta razón, para tener una sonrisa en plena forma es conveniente complementar el cepillado con otros cuidados como el uso de hilo dental o el enjuague bucal.
Enjuague bucal ¿Qué es?
Los enjuagues bucales son soluciones acuosas que aportan diferentes sustancias beneficiosas para nuestros dientes, llegando a zonas de nuestra boca donde el cepillo no puede acceder. Además, nos ayudan a garantizar un aporte adecuado de flúor y a combatir las bacterias que causan la caries, la gingivitis y el mal aliento, en pocas palabras, ayudan a mantener en un óptimo estado nuestra salud bucal.
Para que el enjuague bucal sea lo más eficaz posible, lo primero que has de saber es que debe usarse después del cepillado dental, empezando este proceso de higiene oral, eliminando todos los restos de comida posibles mediante una buena técnica de cepillado y el uso de un cepillo adecuado, incluyendo la limpieza de la lengua y las encías. El uso de hilo o seda dental te ayudará a limpiar los espacios interdentales.
¿Por qué es importante usarlo?
La placa bacteriana empieza a formarse incluso cuando acabamos de cepillarnos los dientes. Es importante saber que en nuestra boca conviven más de 700 especies distintas de bacterias. El enjuague bucal, con su acción antibacteriana, penetra en el biofilm bacteriano y ayuda a controlar la reproducción de los microorganismos. De esta manera, nuestros dientes están doblemente sanos y seguros entre los cepillados.
El enjuague bucal, además, puede usarse a diario. No debe diluirse en agua y se aconseja mantenerlo en la boca durante al menos 30 segundos. Pasado este tiempo, debes escupir los restos evitando tragarlo, estos hábitos no solo cuidan tu salud oral, también refrescan el aliento. Evita comer y beber durante al menos 30 minutos después de usarlo.
Cuanto más completa sea tu rutina de higiene oral, más saludable estará tu boca. La combinación de cepillado de dientes, hilo dental y uso de enjuague, al menos dos veces al día, puede reducir la cantidad de bacterias acumuladas en tu boca. Esto disminuirá el riesgo de padecer alguna enfermedad oral.
Beneficios
Los beneficios que el enjuague bucal ofrece son muchos más de lo que puedas imaginar:
- Prevención de enfermedades bucodentales: Una de las principales ventajas del enjuague es la de prevenir enfermedades como la placa dental, las caries o la gingivitis o cualquier otra enfermedad periodontal.
- Mejor efectividad en la limpieza oral: Eliminar las bacterias localizadas en zonas donde el cepillo o hilo dental no alcanza, es uno de los principales beneficios de incluir el enjuague bucal en tu rutina de higiene bucodental. Con ello, podrás obtener un limpieza efectiva y completa.
- Prevenir aftas bucales: Otra de las ventajas que brinda, es la prevención del desarrollo de esta enfermedad, caracterizada por el dolor intenso (o sensación de ardor). Gracias a su función antiséptica es de gran ayuda a la hora de prevenir este padecimiento.
- Nos hace mantener un aliento fresco: Los enjuagues bucales son la mejor opción si eres de las personas que se mantienen al margen con el aliento. Nos ayudan a prevenir la halitosis o mal aliento. La principal causa de esta patología es la descomposición de las bacterias que se produce por no realizar una correcta higiene oral.
Es esencial recordar que ningún enjuague bucal es sustituto de la rutina de cuidado oral regular de cepillado dos veces al día y del uso de hilo dental todos los días. Así que, incluso si tu odontólogo te recomiende o prescribe alguno de los tipos de enjuagues bucales, debes seguir tu rutina completa de cuidado oral para mantener una buena salud dental. Cámbialo todo con tu sonrisa, cuídala con los productos Fluocardent.